En un estacionamiento apartado, un negro BMW se convirtió en escenario de encuentro caliente.La pareja, con muchas ganas de satisfacer sus deseos, no perdió tiempo.La belleza africana montó ansiosamente el capó, con las piernas abiertas de par en par.El hombre, ansioso por complacer, conducía hasta el fondo, resonando sus gemidos en medio de los coches silenciosos.